Apreciable Comunidad Tecnológica
02 de enero de 2017
Boletín número 621
Los saludo con afecto,
Les deseo que este año que termina, disfruten la vida con alegría para festejar el Año Nuevo junto con la familia y amigos. Que la paz espiritual y satisfacción inunde sus corazones de amor y ventura para todos los que les rodean. Sin duda sus anhelos de amar serán recompensados porque la vida premia a quienes esperan que el amor, la plenitud y el ansia de justicia sea el camino para encontrarnos.
Reconozco lo que hemos construido en este año de 2016 en el Instituto Tecnológico de Tepic; es producto de los anhelos y deseos por trascender en una sociedad a la que nos debemos. Juntos, alumnos, profesores, personal de apoyo y personal directivo hemos realizado todos nuestros compromisos por la educación, con entusiasmo, por la invaluable confianza que se nos otorga.
Deseo también que este año nuestros actos reflejen la empatía hacia nuestros estudiantes, porque ello significa que los percibimos como personas, que estamos atentos a sus intereses, que actuamos para respetarlos y ganarnos su confianza y rebasar sus expectativas, con base a nuestra capacidad académica, a nuestra autoridad moral y ética.
He aprendido que para lograrlo sólo se requiere VOLUNTAD. Ninguna cosa está en nuestro poder, tan fuerte, tan poderosa, tal útil y tan nuestra, como la voluntad misma. La colaboración y la voluntad es la fuente de la empatía, del amor y la comprensión a los demás. Vivimos la vida para amar y comprender al otro.
Nuestra voluntad es el recurso interior más generoso y poderoso que llevamos dentro. De ella depende, digamos, lo que somos y hacemos: Respetar a nuestros semejantes; fijarnos metas y trabajar arduamente hasta cumplirlas; hacer las cosas bien. Seamos conscientes que, si lo hacemos mal, es porque nos faltó entusiasmo y dedicación. Incluso de la voluntad depende que nos decidamos a mejorar y a ser mejores personas, como estilo de vida: Dejar de lado la envidia es respetar a nuestros semejantes por lo que son o lo que tienen; dejar de lado la soberbia y abrazarnos con humildad. Es claro que siempre habrá alguien que sepa más o que pueda hacer más de lo que nosotros anhelamos.
Disfruten a su familia esta Navidad y Año Nuevo, sin duda el mejor seguro de vida y elijamos lo mejor para nosotros: La felicidad antes que la amargura.
"Sabiduría tecnológica, pasión de nuestro espíritu” ®
Dr. Albino Rodríguez Díaz